En 1828, un ingeniero, físico y sacerdote benedictino húngaro llamado Ányos Jedlik creó un modelo de automóvil eléctrico impulsado por un dispositivo giratorio electromagnético (esencialmente, un motor de corriente continua ). Por supuesto, este artilugio estaba muy lejos de los veloces automóviles controlados a distancia que conocemos y amamos hoy, pero facilitó otros intentos de automatización eléctrica a pequeña escala. Al invento de Jedlik pronto le siguió el primer carruaje eléctrico (sin caballos), desarrollado por el inventor escocés Robert Anderson. entre 1832 y 1839, conectando una batería de celda primaria (no recargable) y un motor a un típico carruaje tirado por caballos. Aproximadamente al mismo tiempo (1835), Sibrandus Stratingh en los Países Bajos (Groningen) y Thomas Davenport en los Estados Unidos (Vermont) desarrollaron sus propios coches eléctricos a pequeña escala y de corto alcance .

Sin embargo, el primer vehículo eléctrico estadounidense exitoso se atribuye a un químico que vive en Iowa llamado William Morrison , quien desarrolló (alrededor de 1890) un Automóvil de seis pasajeros que podía alcanzar una velocidad máxima de 14 millas por hora. Aunque esto pueda parecer lento para la sensibilidad del siglo XXI, es aproximadamente la misma velocidad que la manada de toros en el Encierro anual en Pamplona. Un vehículo así debe haber sido impresionante para el público del siglo XIX; de hecho, el automóvil eléctrico de Morrison llamó la atención de algunos de los inventores más famosos de finales del siglo XIX y principios del XX. Ferdinand Porsche (fundador de la compañía de autos deportivos), Thomas Edison e incluso Henry Ford , cuyo Modelo T anularía más tarde el interés público en los vehículos eléctricos, trabajaron para crear autos eléctricos mejores y más eficientes.

Estos primeros intentos allanarían el camino para los vehículos eléctricos enchufables de hoy en día, que están ganando rápidamente popularidad a escala mundial . Modos de carga más accesibles, como las centrales eléctricas inalámbricas y móviles, podrían fomentar aún más la inversión en coches eléctricos. Las empresas y las instituciones de investigación también están desarrollando baterías más baratas y con mayor eficiencia energética , lo que podría eliminar la ansiedad sobre la autonomía de las baterías y reducir los costos para los consumidores. Por ejemplo, investigadores de la Universidad de Texas en Austin han descubierto la manera de crear una batería de iones de litio que elimina la necesidad del costoso cobalto , y experimentos con tecnología basada en grafeno y sulfuro podrían acortar el tiempo de carga a apenas unos segundos y prolongar duración de la batería por décadas. Vea nuestro video sobre la química de los automóviles para obtener más información sobre cómo funcionan estos elementos en un automóvil típico de gasolina. Dado que los gobiernos crean mayores incentivos para el desarrollo de estas tecnologías, el futuro parece prometedor para los vehículos eléctricos.

Para obtener más información sobre la historia de los automóviles eléctricos, consulte esta cronología de energy.gov . ¿Interesado en otras alternativas a los motores de gasolina? Mire nuestro video “¿ Cuál es el mejor combustible para su automóvil?” "

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